Ciudad de México; a 12 de enero de 2025.- Claudia Sheinbaum celebró sus primeros 100 días como Presidenta de México encabezando la asamblea pública donde presumió tanto resultados gubernamentales como músculo político. Ambas en continuidad con lo hecho por Andrés Manuel López Obrador, a quien no tiene empacho en evocar.
En apenas su segundo Zócalo como Presidenta, Sheinbaum enlistó lo hecho en estos tres meses y días, citó cifras, atajó críticas y de paso mostró dominio del escenario. Como ejemplo, al reivindicar el tiempo de mujeres, recordó que no llegó sola sino que “llegamos” y, sin pausa, un agudo coro le respondió “todas”.
Con el mensaje de soberanía nacional y respaldo a migrantes a una semana del retorno de Donald Trump. La masa, hasta el momento apagada en la nublada mañana dominguera, estalló en euforia. Arropando a la Comandanta Suprema con cánticos de “¡Presidenta, Presidenta!” y “¡México, México!”
AMLO, el referente
Con esto, Sheinbaum demostró su dominio tanto de la Presidencia como de la plaza. Esto sin dejar de reconocer y defender su cercanía con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien mencionó por nombre en seis ocasiones a lo largo de la hora, 60 minutos exactos, que duró el discurso.
Para reiterar que se está continuando con el proyecto del llamado “humanismo mexicano“; para defender los resultados en combate a la pobreza, salud, energía y seguridad; incluso como ejemplo de cómo llevar la relación con Donald Trump, López Obrador siguió siendo el punto de referencia.
El expresidente se mantuvo vigente, más allá de discursos políticos, en el interés de la gente. Si no él, cuando menos el “amlito” que todavía eran la principal figura en playeras, gorras, llaveros, peluches y demás coleccionables en los puestos ambulantes donde las “clauditas” no terminan de abrirse paso.
Músculo organizado
La misma multitud va cambiando Zócalo a Zócalo. Esta vez fue evidente una mayor organización en los contingentes que inundaron Tlalpan de camiones, se agruparon en Bellas Artes, ondearon banderas con nombres de funcionarios, sindicatos o alguna organización y rompieron filas en cuanto Sheinbaum comenzó a hablar.
En distintas esquinas, mujeres con chalecos fluorescentes y megáfonos daban la bienvenida “a la Ciudad de México y al informe por los primeros 100 días de nuestra Presidenta” a asistentes con gorras del SNTE, la CATEM o del Gobierno capitalino. Algunos de ellos con acento más bien de Colombia o Venezuela que de algún estado.
Para las “fuerzas vivas” eran los lugares principales en la plancha del Zócalo y a su vez fueron las encargadas de poner color al evento. Esto lo entendió Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, quien convirtió la avenida Francisco I. Madero en una guelaguetza con decenas de músicos en bloques según su municipio de origen.
(Con información de Reporte Índigo )