Barcelona, España; a 17 de noviembre de 2024.- Los Mossos y la Policía Nacional han detenido en varias localidades de Barcelona a 14 miembros de un grupo vinculado al cartel mexicano de Sinaloa acusadas, entre otros delitos, del secuestro y asesinato de un hombre italiano de 46 años, presunto integrante de la banda cuyo cuerpo fue hallado en agosto en un bosque de Botarell (Tarragona).
Los detenidos, la mayoría de nacionalidad mexicana, son once hombres y tres mujeres de entre 30 y 70 años, entre ellos el cerebro de la organización y del secuestro de la víctima. La policía les acusa de tráfico internacional de drogas, blanqueo de capitales, secuestro y asesinato.
Fruto de la investigación se determinó que el hombre habría sido secuestrado por los miembros de la organización criminal entre el 31 de mayo y el 2 de junio. Los familiares de la víctima en Kosovo recibieron una comunicación de los secuestradores exigiendo el pago de 240.000 euros para su liberación, aportando una fotografía como prueba de vida.
Días después, la familia se puso en contacto con los agentes para informar de que habían realizado un pago en criptomonedas ante su presión y bajo la condición de recibir nuevas pruebas de que la víctima estaba viva. Concretamente, realizaron el equivalente a 32.000 dólares en un monedero virtual de criptomonedas, siguiendo las instrucciones de la organización para dificultar el rastreo del dinero, pero en ningún momento recibieron noticias sobre la víctima y los secuestradores seguían exigiendo nuevos pagos.
A lo largo de la investigación, los especialistas en ciberdelincuencia pudieron identificar a varias personas vinculadas con esta transacción y directamente relacionadas con el secuestro. Asimismo, el equipo de investigación encontró varios indicios en el interior del vehículo en el que había viajado la víctima desde Italia a Barcelona y que se encontraba en un depósito municipal. Todo indicó que los secuestradores habrían utilizado ese vehículo para trasladar el cuerpo desde una casa situada en Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) hasta una zona apartada y boscosa de la población de Botarell (Tarragona). El cuerpo sin vida de la víctima fue hallado por los investigadores el pasado cinco de agosto en un avanzado estado de descomposición.
Un laboratorio de extracción de metanfetamina
Las gestiones policiales permitieron localizar a los investigados en domicilios del Maresme y Barcelona, donde se realizaron las entradas y registros judiciales que permitieron la detención sorpresa de los participantes en los hechos, lo que supuso la desarticulación de esta peligrosa organización compuesta principalmente por individuos mexicanos.
La investigación culminó con un operativo policial desplegado en Barcelona, San Andrés de Llavaneres (Barcelona), San Cebrià de Vallalta (Barcelona) y Cabrils (Barcelona), con un balance de catorce personas detenidas, entre las que se encuentra el cerebro del secuestro y líder de la organización. Durante los registros, en cinco domicilios y en un restaurante, se localizó un laboratorio de extracción de metanfetamina impregnada en superficies sólidas como prendas, así como metanfetamina preparada para el consumo, una gran cantidad de éxtasis y una plantación de marihuana . También se intervinieron armas de fuego, material tecnológico y dinero, así como indicios relacionados directamente con el secuestro y asesinato del secuestrado. Los detenidos, 11 varones y 3 mujeres, tienen entre 30 y 70 años.
La víctima, de 46 años, trabajaba presuntamente para la organización y había viajado desde Italia a Barcelona para reunirse con algunos de los líderes de la red criminal. El juzgado de instrucción número 2 de Reus mantuvo el secreto de las actuaciones durante toda la investigación para no poner en riesgo ninguna de las gestiones que se estaban realizando y que han permitido la desarticulación de la organización criminal. Con el levantamiento del secreto, los agentes comunicaron a los familiares de la víctima su muerte y la localización de su cuerpo.
(Noticia con información de EFE)