Culiacán, Sinaloa; a 30 de julio de 2024.- Producto del constante cambio de uso de suelo, al deforestar espacios para actividades de cultivos sea de pasto, granos o temporal, unido a la desubicación de los temporales de lluvia producto del cambio climático, estos elementos están permitiendo que el proceso de desertificación se acelere en aquellas áreas áridas de México y estas aumenten, consideró Saturnino Díaz.
El profesor investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), quien compartió su opinión sobre la desertificación y la sequía, elementos que van de la mano, dijo que estados como Sinaloa, Chihuahua, las Baja Californias, la parte central del Estado de México, Querétaro, Coahuila y parte de Nuevo León, por mencionar algunas de las muchas entidades del país que presentan este problema, producto del desarrollo de actividades agrícolas, ganaderas e industriales.
“El caso de Sinaloa, la cobertura vegetal aún se mantiene más o menos estable todavía conservamos nosotros entre el 65 y el 70 por ciento de la cobertura vegetal original, sin embargo, nos damos cuenta que en las cuencas de captación de la lluvia ahí se están desarrollando actividades de uso de suelo y es ahí donde se están presentando problemas más delicados de desertificación de pérdida de biodiversidad, pero también de calidad de suelo”, señaló.
Algo que podemos observar en las presas es la escorrentía que ya de por sí es inclinada, llevándose los nutrientes de esos lugares y los deposita en las cuencas, las cuales están azolvadas debido a este fenómeno.
En el caso de las zonas áridas o desérticas que no tienen una captación de agua al escurrir de manera rápida y enorme, llevando una cosa a la otra traducido en la sequía, una cuestión que está impactando en la temporalidad de la captación de este vital elemento.
“Si nos damos cuenta el volumen original de nuestras presas para captar agua este se ha reducido”, expuso.
De cómo podemos contribuir a que este proceso no continúe acelerándose, bajo su óptica dijo número uno reforestar las cuencas, sobre todo aquellas cercanas a donde se capta la mayor cantidad de lluvia, para que este sea dirigía por aquellos afluentes hacia vertederos definidos, y que estos se encuentren desazolvados teniendo la posibilidad de captar más agua.
Para finalizar, un ejemplo de la desertificación en el estado es la zona costera, donde se ha eliminado la cobertura vegetal, más la actividad agrícola con la escorrentía y la alta concentración de sales concentradas, provocando salitramientos.