Culiacán, Sinaloa; a 14 de mayo de 2024.- La Universidad Autónoma de Sinaloa se solidariza con familiares y amigos de Marco Antonio Guerra Arellano, docente jubilado de la institución rosalina, quien se encuentra desaparecido desde el pasado jueves 9 de mayo, siendo visto por última vez cuando salió de su domicilio en la colonia Universidad 94, en Culiacán.
Marco Antonio es parte de una lamentable estadística que lastima a la Comunidad Universitaria, teniendo en cuenta que no solo se trata de un personaje reconocido con una trayectoria tanto en las aulas de la UAS como en el servicio público. Detrás de la figura pública está el ciudadano, el padre de familia.
Dicha situación no es menor si se toma en cuenta que, durante la actual administración estatal, en Sinaloa han desaparecido mil 964 personas, de acuerdo con cifras del propio Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
De ellas, 131 han aparecido sin vida, 103 se mantienen con el estatus de no localizadas y 728 como desaparecidas. Es en Culiacán donde desaparecen más personas, con 618 hombres y 185 mujeres, seguidos de Ahome (459); Mazatlán (386); Navolato (75) y Guasave (68).
Tan alarmante es la situación en Sinaloa que la propia titular de la Fiscalía General del Estado, Sara Bruna Quiñónez Estrada, reconoció que tiene familiares desaparecidos y que “ha topado con pared” en busca de localizarlos. Dato poco esperanzador para miles de familias si se toma en cuenta que es dicho órgano procurador de justicia quien se encarga de investigar dichas desapariciones.
Con este contexto, es necesario alzar la voz ante una enrarecida y lamentable realidad que vive Sinaloa, ante la insensatez y la poca respuesta de las autoridades a brindar las mínimas condiciones de paz y seguridad para una sana convivencia, en la que por igual la ciudadanía pueda tener la certeza de no ser víctima de la comisión de algún delito u otra acción que ponga en riesgo su integridad física o patrimonial, así como la de sus allegados
Ponderando su sentido humanista, la UAS se suma a la exigencia para que las autoridades correspondientes hagan las indagatorias necesarias para dar lo más pronto posible con el paradero de Marco Antonio, ante la situación vulnerable de salud en la que se encuentra quien en su momento fuera director de la Escuela de Economía y Tesorero de la Administración Central, así como por la incertidumbre y angustia que viven sus seres queridos.