Ciudad de México, abril de 2024.- A pesar de que las computadoras de uso pedagógico y el internet son indispensables para favorecer el desarrollo de los aprendizajes fundamentales en las aulas, solamente 46.3% de las 238,000 escuelas de preescolar a educación media superior en México cuentan con computadoras de uso educativo y 29.3% tienen acceso a internet.
Esto quiere decir que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación (SEP) en el ciclo escolar 2021-2022, 127,000 escuelas de educación básica y media superior no tienen computadoras y 168,163 carecen de conexión a internet.
En Sinaloa, la conectividad digital también es deficiente, ya que solamente el 46.1% de las escuelas en el estado cuenta con computadoras, y únicamente el 13.3% tienen acceso a internet.
De esta forma, a las carencias mayores en las escuelas como son 26,463 planteles que operan sin luz, 56,109 sin agua, 43,558 sin lavamanos y 5,950 sin sanitarios en el país se suma la falta de tecnología en las aulas que es también parte esencial para impulsar los aprendizajes fundamentales.
En la entidad, las escuelas de educación básica también tienen carencias en estos temas, 22.5% no cuentan con sanitarios, 20.3% no tienen agua potable, 19.5% operan sin lavamanos y 8.6% sin electricidad.
Los aprendizajes fundamentales son aquellos que permiten que una estudiante o un estudiante siga aprendiendo a lo largo de su vida y los que hacen posible que las personas puedan resolver problemas de la vida cotidiana como comprender un texto breve, planear el gasto familiar, calcular el costo de un viaje, o leer y comprender noticias.
Aunque existen consensos y diferencias en lo que respecta al significado de los aprendizajes fundamentales, los resultados de la prueba PISA 2022 que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que mide si las y los estudiantes de 15 años tienen competencias suficientes para resolver problemas y situaciones de la vida, nos dice que 2 de cada 3 estudiantes de 15 años no pueden usar sus aprendizajes en matemáticas para resolver problemas de la vida cotidiana y 1 de cada 2 no puede comprender lo que lee.
Por ello la educación está en campaña, para hacer ver a las candidatas y el candidato a la presidencia que existen carencias de infraestructura de servicios, como agua entubada, luz, lavamanos, baños, que junto con un docente formado frente a grupo es lo básico para que una niña o un niño aprenda, pero que también lo es -y es una lección de la pandemia- la conectividad y la habilidad en el uso de computadoras que potencia el aprendizaje en educación básica.
El acceso a la tecnología debe tener una perspectiva de educación inclusiva porque su uso incrementa el interés y la participación de las y los niños en el propio aprendizaje y beneficia a toda clase de estudiantes, quienes tienen una discapacidad, estudiantes de comunidades urbanas, indígenas o migrantes, entre otros.
Si bien las candidatas y el candidato han realizado diversas propuestas en materia educativa, requerimos un programa presupuestal, y una estrategia de coordinación para garantizar la infraestructura básica y tecnológica en todas las escuelas que permita a una estudiante, a un estudiante aprender. Cualquier propuesta debe contemplar lo básico en infraestructura, maestros formados y equipamiento tecnológico para favorecer el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes.