Culiacán, Sinaloa a 24 de marzo de 2024.- “Pasó media vida por mi mente, inmediatamente mi primer pensamiento fue mis hijas, mi familia, mis hermanos y sinceramente me visualicé tirado en el suelo ya herido por arma de fuego”, dijo José Ángel Beltrán, periodista que quedó en medio del fuego cruzado mientras reporteaba el enfrentamiento a balazos que se registró este domingo en Culiacán entre grupos armados y elementos del Ejército.
Dio a conocer que había llegado al Malecón Nuevo, sitio donde fue asesinado un elemento del Ejército y otro más resultado herido, poco después de las 2:00 horas, pero el lugar al encontrarse prácticamente oscuro al impactar una de las balas en un transformador optó por permanecer en el lugar junto con personal de una funeraria, para tener más detalles del hecho y captar mejores imágenes en video.
Cuenta que alrededor de las 5:30 o 6:00 horas cuando se encontraba transmitiendo en Facebook sobre la detención de uno de los presuntos gatilleros que habían participado en las agresiones contra elementos del Ejército y que se encontraba escondido entre la maleza, presenció el momento en que sujetos a bordo de una camioneta blanca dispararon contra los elementos federales.
Junto con el personal de la empresa funeraria se puso pecho tierra, continuó su enlace con voz agitada y temor, mientras se desarrollaba el tiroteo. En ese momento pensó que sería herido de bala o en los peores de los casos asesinado. Su viva pasó por su mente en segundos y lo primero que recordó fue a su familia.
“Pasó media vida por mi mente, inmediatamente mi primer pensamiento fue mis hijas, mi familia, mis hermanos y sinceramente me visualicé tirado en el suelo ya herido por arma de fuego y en el caso más grabe ya sin vida , ya después de tantos hechos que me ha tocado hacer cobertura y pensar que ahora me iba a tocar ser parte de la estadística en ese momento.”, expresó.
Por fortuna él y los empleados de la empresa funeraria vivieron para contarla. Tras la agresión uno de los elementos les pidió que se retiraran del lugar con voz fuerte e inmediatamente acataron la instrucción.
El periodista reconoce que sintió temor y que vivió un ataque de pánico por lo que no descarta solicitar apoyo al Instituto para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, para que le proporcionen ayuda psicológica.
Con este hecho ya son tres ocasiones en las que José Ángel ha puesto en peligro su vida en los últimos años. La primera al ser encañonado por un grupo armado durante un “levantón” de unos jóvenes y le tocó quedar en medio del fuego cruzado durante la cobertura del primer Culiacanazo.