Este indicador podría llegar al 5.1 por ciento en el primer trimestre del año, aunque podría disminuir paulatinamente
2023 será un año turbulento para las finanzas y los negocios a nivel mundial, así lo aseguró José Domingo Figueroa Palacios, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en entrevista con Mario Maldonado a través de la señal de radio de El Heraldo Media Group.
El especialista indicó que los impactos derivados del cambio climático, los ataques en ciberseguridad, el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como la ruptura de la cadena de suministros entre China y Estados Unidos.
“Para inflación en 2023, en los primeros meses seguirán estas alzas”, dijo.
Estimó que este indicador estará entre el 5.1 por ciento, mientras que el Producto Interno Bruto estará cerca del 1.2 por ciento, debido a que se verá impactado por la falta de inyección de capital extranjero y consumo interno en México.
Destacó que el Proyecto de Ingresos que se tiene planteado para este año en el país toma en cuenta que el PIB crezca un tres por ciento, lo cual está por encima de las estimaciones. Esto, indicó, hará necesario que se haga un ajuste, aún si no haya sorpresas en el mercado internacional o las negociaciones en torno al T-MEC no sean favorables para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Indicó que es necesario generar mayor certeza a las empresas para que se favorezca la inversión por parte de las empresas extranjeras y así mejorar la perspectiva que se tenga en los indicadores nacionales.
Explicó que el crecimiento de cualquier nación suele derivarse del consumo interno y de la inversión, lo cual provoca que México esté estrechamente ligado a Estados Unidos y a su economía.
Esto, comentó, haría que la desaceleración económica en la nación norteamericana impactaría negativamente en las remesas que se envían al país y además se disminuyan las exportaciones que se realizan desde la República Mexicana.
Sobre la política monetaria que establezca el Banco de México durante los próximos meses sea la de mantener una alza en las tasas de interés, pero que conforme haya una reducción en la inflación se decida ir disminuyendo este indicador.
Con información de El Heraldo de México